Sé que todos en algún momento hemos sentido que no lo vamos a lograr, que no damos más, que queremos «tirar la toalla» y desistir en la búsqueda de esa meta u objetivo que nos habíamos propuesto. Cuando yo inicié con mi Stand Up Management recibí muchos «portazos» en la cara ya que era muy difícil para ellos (mis potenciales clientes) comprar algo tan diferente o «innovador». Y si había algo que me ayudaba a recuperarme rápidamente a esa frustración era ver que hasta ese momento había construido mucho, que había logrado resultados interesantes en otros campos de mi vida y ellos me daban los recursos, la experiencia y sobre todo la recarga de energía para seguir adelante.

No obstante también era consciente que los laureles del pasado no son garantía del éxito en el futuro y por ello me dedicaba a vivir cada día de la mejor forma y sin angustiarme tanto por el «pasado mañana», sabía que debía construir un futuro con las acciones del hoy y me concentraba en ello porque cuando se vive mucho del pasado o pensando sólo en el futuro podemos desaprovechar el HOY que es el realmente importante.

Muchos predecían mi fracaso porque hacía algo MUY DIFERENTE… Yo predecía mi éxito justamente por lo mismo. No obstante lo anterior, pasaban los meses y aunque ya lograba que las personas dijeran que era interesante y lograba que uno que otro cliente comprara mi servicio, claramente estaba muy lejos del ingreso fijo, estable mensual que me daba mi empleo como directivo de una importante compañía del sector financiero… Las obligaciones seguían siendo las mismas, la presión aumentaba por parte de todo mi círculo cercano ya que se angustiaban al ver que no me estaba haciendo millonario con mi idea. Alguien (un «realista») me preguntó en algún momento con un poco de ironía: “y ud. si va a sobrevivir sin empleo?, porque con sueños no se pagan las cuentas…” y hoy después de miles de personas que han pasado por mis presentaciones de Stand Up Management permitiéndome hacer lo que más me gusta y que me paguen por hacerlo, puedo decir que LOS SUEÑOS sí logran pagar las cuentas y mucho más… sólo tienes que insistir, persistir, resistir y nunca desistir!

Te aseguro que Muchas veces coinciden el momento en el que renuncias a tus sueños con el momento en que vas a empezar a lograrlo… Por ello nunca desistas!, Puedes cambiar el plan, el camino, los recursos, pero si ya tienes el norte muy claro no lo cambies… el viento puede estar en tu contra entonces en ese momento te pido que recuerdes: «Nunca un mar en calma hizo experto a un marinero»

César Suárez U