Pareciera que a nosotros, al menos los de mi generación y algunas próximas (anterior y posterior), nos hubieran enseñado como regla a sufrir del denominado «mal de la adultez». Este mal es aquél que hace que las personas en la medida que van creciendo y por ende van dejando de ser niños, se vuelvan cada vez más aburridas, más serias, más «acartonadas».
¿Cómo somos cuando somos niños?: Somos espontáneos, sinceros, alegres, reímos y lloramos con intensidad, abrazamos, disfrutamos a plenitud los momentos, mostramos nuestros sentimientos, nos dejamos sorprender por las más pequeñas cosas de la vida, es decir gozamos al máximo la vida. ¿Cómo somos en la medida que vamos creciendo y nos convertimos en adultos?: Cada vez nos reímos menos, sufrimos por la vida, hacemos lo que nos toca y no lo que nos gusta, perdemos la capacidad de sorprendernos, nuestra pasión se queda para las vacaciones o fines de semana…
¿Sabe usted cuantas veces se ríe un niño al día?: Se ríe alrededor de 400 veces. ¿Sabe usted cuantas veces se ríe un adulto feliz?: 100 y ¿Sabe cuantas veces se ríe al día un adulto promedio?: Entre 20 y 30 veces. ¿Cómo es posible que pasemos de 400 a 30 ?
El título de este artículo hace alusión al libro de Barbara Hateley y Warren Schmidt :»Un pavo real en el reino de los pingüinos» y es que nos han llevado a todos a que en el momento en que entramos a una empresa nos ceñimos a sus normas, reglas, cultura y sobre todo, a ser serios y aburridos… Claro hay algunas en las cuales se fomenta la diversidad, el pensar y actuar diferente, sin embargo es aún la minoría.
Si usted es un «pingüino»o cree que se está volviendo uno y quiere ser un «pavo real» que marque la diferencia, tiene que empezar a hacer cosas diferentes. Nosotros en Juego y Estrategia hemos hecho del entretenimiento, del juego y de la diversión, herramientas importantes para lograr alto desempeño personal y organizacional y los resultados son extraordinarios. Creemos que en la medida que más se divierten las personas en lo que hacen, más productivos son. Creemos que «se vale»:
- Jugar en el trabajo
- Comunicar en 3D y no con planos 2D (power point, excel,etc)
- Reírse de sí mismo
- Narrar historias en vez de «hacer presentaciones con power point»
- Usar la música para crear emociones en vez de hacer presentaciones planas y aburridas
- Ser un «pavo real» en el mundo de los «pingüinos»
Y usted qué más cree que «se vale» para dejar de ser un «pingüino» en la organización?
César Suárez U
cesar.suarez@juegoyestrategia.com
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